Comiezo Promisorio.

Con el pie derecho

Ayer, luego de algo de incertidumbre, comenzó el béisbol en el “Chico” Carrasquel en Puerto la Cruz y los “Caribeños” estrenaron su remozada sede con una victoria (7 ganados y 4 perdidos es su record a la fecha).

Aunque es muy temprano para hacer predicciones, iniciar ganando es muy importante ya que permite “ahorrar” para el futuro, comenzar con una buena cantidad de triunfos es casi una garantía para estar presente en la segunda ronda  del béisbol venezolano (round robin), más aún cuando es de suponer que los equipos contrincantes se están “armando hasta los dientes” para lograr el objetivo de clasificar a la segunda instancia del campeonato local.

Para Caribes soplan vientos favorables; tienen un nuevo estadio, han comenzado ganando, tienen un plantel de criollos e importados comprometidos con el triunfo, un buen equipo técnico y lo más importante (así lo considero) el compromiso incondicional de los accionistas.

De parte del equipo las cartas están echadas sólo falta un componente muy importante para completar la ecuación ganadora; el apoyo de su fanaticada, aunque siempre lo ha hecho, la asistencia al coso deportivo (en temporadas previas) ha sido escasa, hay que reconocer que existía una justificación para no acudir al estadio (su mal estado) ya esa situación ha desaparecido así que es de esperar el regreso de los fanáticos al “Paraíso del Béisbol”

Todos los elementos necesarios para obtener un resultado positivo están del lado de Caribes lo que nos hace presagiar su presencia, al menos, en la “semi-final” aunque el objetivo último debe ser el campeonato, la lucha por éste debe darse en el campo sin que los peloteros deban preocuparse por “asuntos” de oficina de ese trabajo se encargan los dueños del equipo de allí la gran importancia que tiene el apoyo “incondicional” de éstos. Por todo lo anterior debe concluirse que  gran parte del resultado esperado dependerá de la participación activa de los socios, con un mayor “soporte” mejor será el resultado (la experiencia  en años recientes así lo certifica).

El grito de guerra “VAMOS TRIBU” debe retumbar en el estadio, entonces no queda otra que asistir al “Chico”, vayan y apoyen a su equipo. Tanto en las buenas como en las malas (esperemos que las segundas no se presenten o se presenten poco) los peloteros deben sentir el respaldo (necesario, por demás) de su gran fanaticada, mantener el ánimo ganador es muy importante y para esto se requiere la participación activa que representa ese “jugador” extra que está fuera del campo pero dentro del juego.

La invitación está hecha y la mesa está servida, a comer pues!