viernes, 15 de octubre de 2010

Deportes Profesionales y Previsión Social.

Deportistas Profesionales

Hoy voy a escribir un poco sobre el tema de las personas que eligen el deporte como medio de vida, como profesión pues, no me refiero a los oportunistas (que los hay en cantidades inimaginables) que se aprovechan de los jóvenes para engordar sus cuentas, pero ese no es el punto a tratar en estas líneas, sin embargo deberíamos profundizar en esto para futuras publicaciones, queda entonces el compromiso.

Aunque he tenido experiencia laboral y personal en varios deportes hoy me referiré solamente al caso de los jugadores profesionales de béisbol.

Mi paso por este deporte me dejó muchas experiencias, algunas gratificantes otras no tanto, entre otras cosas (y sin entrar en detalles que no vienen al caso) puedo indicar que gran parte del presupuesto de gasto de un equipo está dirigido a cubrir la contraprestación que deben recibir los peloteros por su trabajo y su desempeño, esto es muy lógico ya que las “estrellas del show” son precisamente ellos.

Todos, o casi todos, durante nuestras vidas hemos jugado una (muchas) “caimanera (s)” con los panas, en mi caso les comento que teníamos hasta nuestra propia liga con estadísticas y todo!, incluso contábamos con asistencia de fanáticos, todo un logro para un grupo de muchachos que jugaban en la calle.

La referencia anterior es hecha sólo a efectos de dejar establecido que para montar un juego de béisbol se requiere de PELOTEROS y todos los demás elementos (me refiero a las personas no a los implementos deportivos, aunque con chapitas, pelotas de gomas o de trapo “enteipadas” se montan tremendas caimaneras) son accesorios, necesarios a veces, pero accesorios al fin.

Hecho este preámbulo, de seguidas paso a las reflexiones, es el caso que por la dinámica del negocio  del béisbol los “scouts” (cazatalentos) de los equipos, tanto de Venezuela como del extranjero, le “ponen” el ojo a los muchachos desde que estos tienen 14 o 15 años (incluso menos) y les prometen ser firmados por sus organizaciones con grandes posibilidades de llegar a Grandes Ligas (¿?).

Para estos niños y sus familiares (porque se trata de un tema de familia) el llegar a grandes ligas significaría resolver todos sus problemas financieros y es por esto que la gran mayoría abandonan la educación formal para dedicarse a su sueño, esto es sólo criticable por el hecho del abandono de los estudios que en algunos casos es auspiciado y promovido por los padres que más allá de velar por los intereses de sus descendientes cuidan los propios, muy criticable esto último por cierto.

El “sueño americano”  de llegar a las ligas mayores de béisbol lo han logrado solamente 255 jugadores venezolanos (al 18 de junio de 2.010), muchos de estos excelentes deportistas alcanzaron la meta pero lamentablemente no pudieron mantenerse, como dicen los expertos de la materia “se tomaron un cafecito en grandes ligas”, entonces podemos afirmar que sólo algunos  de los que llegaron pudieron ”resolver” su vida.

En este punto caben algunas interrogantes, y me pregunto yo, que pasó? (o qué pasa?) con los miles y miles de muchachos que dejaron sus estudios para seguir sus sueños, tienen alguna protección financiera?, se les garantiza seguridad social?, tienen algún desarrollo profesional más allá del béisbol?.

Estos muchachos (para nada se trata de un término despectivo,  es una realidad que muchos de ellos andan en esa etapa de mocedad) merecen tener protección legal que les garantice un mínimo de posibilidades de continuar con su desarrollo personal para que puedan tener una “vida” después del béisbol.

Como es conocido por la mayoría, estos jóvenes entretienen todos los años, y con cifras que van en ascenso, a cerca de 3.000.000 de personas que van a los estadios y a casi 17.000.000 (tal vez más) que disfrutan los juegos de béisbol por TV, entonces no resulta justo, que luego de “poner” el espectáculo queden en la más absoluto olvido luego que son cesanteados.

Tomando en cuenta lo anterior me atrevo a proponer que se cree, por ley, un Instituto de Previsión Social para el Deportista Profesional que vele por los intereses de sus afiliados.  Los fondos de esta institución deben ser aportados por los que reciben “beneficios” del espectáculo, vale decir Empresas Patrocinantes (esto no representaría un gasto adicional, pudiera ser considerado como Aportes Sociales, “Responsabilidad Social Empresarial”), Medios de Comunicación, Dueños de Equipos y otros tantos que reciben dividendos de la actividad.

Otra fuente de fondos para este instituto debe (si en imperativo) provenir de los propios peloteros, que en caso de jugar en ligas extrajeras quedarían obligados, por ley, a continuar aportando un porcentaje (razonablemente establecido y deducible del impuesto sobre la renta) de su sueldo hasta que el devenir del tiempo propicie su retiro del béisbol activo.

La vida del pelotero pereciera ser glamorosa, y puede que así lo sea, pero también es efímera salvo que se trate de los “elegidos” aquellos que lograron el sueño americano, que como ya referimos son  exageradamente pocos.

No puedo cerrar estas líneas sin hacer mención expresa de los “ejecutivos” del béisbol que despiden a un pelotero que hizo un excelente trabajo (cargó con el equipo) por no tener contrato en el “norte” y porque su ancianidad no le permitiría jugar (25 añitos, o cerca de eso, son los tiene el pelotero en cuestión) pero a su vez contratan a otro jugador con muchos más años e igualmente sin contrato en el país de las barras y las estrellas (muy buen pelotero por cierto), no será que el anciano de 25 años juega un posición que le interesa, a este ejecutivo, despejar para beneficio propio?.

No cabe duda que los propietarios de los equipos deben manejarlos de acuerdos a sus intereses ya que, en definitiva, son los “dueños” pero esa circunstancia no puede ser un pretexto para permitir arbitrariedades, como referencia se puede observar el caso del pelotero venezolano que sufrió una lesión debido a una pelea fuera del campo deportivo y los dueños del equipo han asomado la posibilidad de no pagarle el sueldo, pudiéramos o no estar de acuerdo con esto, pero de lo que se trata es que hay una institución que protege a los peloteros y en este caso está haciendo todo lo posible para que se honren los pagos, DE ESTO ES LO QUE SE TRATA, protección para los muchachos.

Se me quedan muchas cosas en la mente que quisiera seguir exponiendo, pero la reflexión principal ya está planteada se debe desarrollar y determinar si la misma es aplicable o sirve como base para formular otras ideas, para lo cual me pongo a total disposición.





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